Descripción
ACIDOPHILUS ULTRA es una de las fórmulas de probióticos más avanzada y potente del mercado. Nuestra presentación en cápsula aporta un mínimo de 11.000 millones de bacterias beneficiosas (células viables) por cápsula y 11 cultivos probióticos diferentes exclusivamente seleccionados para actuar en sinergia y así obtener amplios beneficios sobre la salud. Es muy importante asegurar la protección de los probióticos frente a los ácidos del estómago y la bilis y es por ello que AcidophilusUltra sigue una tecnología pHD5 que permite que nuestras cápsulas sean de cobertura entérica especial diseñadas para resistir el pH ácido del estómago y se abran en el intestino cuando el pH está precisamente entre 5 y 5,5. Aquí se liberan los probióticos lentamente sin impactar bruscamente sobre la flora que ya habita en el intestino donde deben actuar. Esto asegura el aprovechamiento al 100% de los probióticos.
Nuestra presentación en polvo aporta 36.000 millones de microorganismo viables por servicio y 10 cultivos probióticos. Además, tanto la presentación en cápsula como en polvo contiene F.O.S. (Fructo-oligosacaridos) de origen vegetal y A.O.S. (Arabino-oligosacáridos) considerados ambos, ingredientes prebióticos por su capacidad de influenciar en el crecimiento y la estimulación de las bacterias beneficiosas.
Numerosos estudios avalan la importancia de utilizar una fórmula de probióticos potente para obtener óptimos beneficios sobre la salud. La literatura científica confirma efectos positivos principalmente en tres áreas de salud: la microbiota intestinal, el sistema inmunitario y las funciones digestivas.
La mayoría de estos microorganismos beneficiosos se encuentran habitualmente en el tracto gastrointestinal, boca y vagina como bacterias colonizadoras. Todos los microorganismos mencionados, son indispensables para un buen funcionamiento del organismo. Ayudan en la digestión de proteínas, un proceso importante en el cual se producen: ácido láctico, acético, fórmico, peróxido de hidrógeno, enzimas, sustancias antibióticas y vitaminas del grupo B(1,7,10,11).
Estos microorganismos benefician de manera notable al organismo inhibiendo el crecimiento de organismos patógenos, ya que forman una película que cubre el revestimiento del intestino y bajan el pH en el intestino grueso, evitando así, que los organismos patógenos se instalen.
Reducen las colonias de bacterias coliformes, reduciendo así la putrefacción intestinal. Mejoran la absorción de proteínas y minerales tales como el calcio. Facilitan la digestión de productos lácteos descomponiendo la lactosa. Fermentan los alimentos que contienen proteínas y grasas incrementando así su absorción y valores nutricionales. Tienen un efecto regulador sobre la composición y grosor de la mucosa intestinal, evitando así la permeabilidad intestinal. Pueden estimular una respuesta inmunitaria positiva(12,13).
L.rhamnosus reside en la membrana mucosa de los intestinos y combate las bacterias dañinas reduciendo su crecimiento. Es un PROBIÓTICO útil en muchas enfermedades incluyendo molestias gastrointestinales, diarrea, prevención de la infección del tracto urogenital, dermatitis y pérdida de peso. Es de gran utilidad después de tratamientos con antibióticos de amplio espectro, que suelen eliminar tanto las bacterias dañinas como las bacterias beneficiosas. También podría ayudar a aliviar enfermedades como el síndrome de intestino irritable, la enfermedad inflamatoria intestinal y la enfermedad de Crohn(1,2,3,4).
L. acidophilus tiene la propiedad de adherirse a la mucosa intestinal y colonizar el tracto intestinal, protegiéndolo de las actividades dañinas de los malos microorganismos. También protege el cuerpo de las bacterias y los virus, ayuda a curar las infecciones vaginales y disminuye la producción de toxinas controlando los microbios putrefactivos contenidos en su cuerpo(7).
L. helveticus se utiliza para reducir la intolerancia a la lactosa y la diarrea, controlar los microorganismos no deseados y las bacterias intestinales, y limitar la proliferación de Candida albicans(7).
L. plantarum lucha contra bacterias no deseadas, específicamente en la enfermedad del intestino irritable (IBD), y sobre todo en la colitis ulcerosa(24,25).
L. casei trata infecciones intestinales, mejorando la inmunidad contra infecciones bacterianas y virales(26).
Bifidobacterium longum, B. Infantis y B. Breve residen en el revestimiento mucoso de la última parte del intestino delgado y son las cepas predominantes que colonizan el intestino grueso para apoyar la salud intestinal, la limpieza y la funcionalidad. Disminuyen el colesterol sérico, disuelven las sales biliares y ayudan a mantener una flora intestinal normal y equilibrada, particularmente entre niños y ancianos.
La familia de los probióticos Bifido desempeña varias funciones importantes en el tracto intestinal, incluyendo la producción de ácidos láctico y acético, que aumentan la acidez de los intestinos. Ayudan en controlar y limitar coliformes y Clostridia. También mejoran la tolerancia de las personas a la lactosa. Bajan el pH intestinal de 7-8 a 5-6, y previenen las aminas tóxicas(26,27). Un tracto intestinal sano depende de cantidades suficientes de estos probióticos(27).
S.Thermophilus y L.Bulgaricus son especies transitorias, no colonizadoras. Se encuentran normalmente en el yogur. Sus beneficios se deben a la producción de ácido láctico (pueden reducir la intolerancia a la lactosa) y a la producción de sustancias naturales similares a los antibióticos(5,6,7,8).
F.O.S. (Inulin) es un complejo de carbohidratos de origen vegetal, extraídos de la raíz de la achicoria. Es un ingrediente que actúa como un PREBIÓTICO, creando el entorno adecuado para que los probióticos o microorganismos beneficiosos se reproduzcan más rápidamente y en mayores cantidades(14,15,16).
A.O.S. extraído de Larix occidentalis, es también un excelente PREBIÓTICO. Se le considera un buen aliado de la función intestinal por favorecer el aumento de las bacterias amigas en el colon. Tiene una gran capacidad inmunoestimulante y es útil para combatir infecciones por su capacidad para disminuir la adherencia de bacterias(15,16).
Ambos prebióticos estimulan la proliferación e implantación de los microorganismos beneficiosos (Probióticos) en el tracto gastrointestinal. Además, reducen el pH intestinal y mejoran la absorción de minerales(16,17,18,19).
Un colon sano debería contener al menos 85% de lactobacilos y 15% de bacterias coliformes, pero frecuentemente esta flora intestinal se ve dañada, alterada y destruida por diferentes circunstancias como la toma de antibióticos, píldora anticonceptiva, cambios bruscos en la dieta, operaciones en el tracto gastrointestinal, o simplemente por la edad, dando lugar a diferentes problemas en el organismo como son: estreñimiento, flatulencia, toxicidad intestinal, mala absorción de nutrientes lo que lleva a un crecimiento de la Cándida albicans. Por eso es muy importante mantener una flora intestinal sana para evitar y combatir todos estos problemas(20,21,22,23).
