Descripción
El calostro proviene de la primera leche que se produce para un recién nacido y es rico en los nutrientes que refuerzan el sistema inmune sistema.
El Calostro de SuraVitasan está estandarizado al 30% en IgG y es 100% puro. Se procesa a baja temperatura para conservar sus propiedades y es recogido éticamente únicamente una vez que los terneros hayan completado sus necesidades alimenticias.
Además aporta una mezcla de 11 cepas de probióticos con más de 1.200 millones de UFC por cápsulas para complementar el refuerzo del sistema inmune.
CALOSTRO: el calostro bovino tiene un contenido mucho mayor en factores inmunes que el calostro humano. Contiene numerosos factores del sistema inmune y de crecimiento, así como nutrientes esenciales. También contiene inhibidores de la proteasa que protegen de la degradación del tracto digestivo. Los estudios indican que todas las especies, incluidos los humanos, se benefician de las propiedades inmunoestimulantes del calostro bovino (1-4).
Componentes del calostro bovino:
-Inmunoglobulinas (IgA, IgD, IgE, IgG e IgM): son el factor inmunitario más abundante que se encuentra en el calostro. La IgG neutraliza las toxinas y los microbios en la linfa y el sistema circulatorio; IgM destruye bacterias; IgE e IgD tienen altas propiedades antivirales (5-11).
-Azufre: Un mineral con múltiples usos en el metabolismo y como parte de muchas proteínas estructurales del cuerpo (12).
-Lactoferrina: proteína antiviral, antibacteriana, antiinflamatoria, que se une al hierro con efectos terapéuticos en cáncer, VIH, citomegalovirus, herpes, síndrome de fatiga crónica, Candida albicans y otras infecciones. La lactoferrina ayuda a privar a las bacterias del hierro que necesitan para reproducirse y libera hierro en los glóbulos rojos, lo que mejora la oxigenación de los tejidos. La lactoferrina modula la liberación de citocinas, y sus receptores se encuentran en la mayoría de las células inmunes, incluidos los linfocitos, monocitos, macrófagos y plaquetas (13-16).
-Polipéptidos ricos en prolina (PRPs): actúan como hormonas que regulan el equilibrio de la glándula del timo, estimulando un sistema inmunitario poco activo o regulando negativamente un sistema inmunitario hiperactivo, como se ve en enfermedades autoinmunes como esclerosis múltiple, artritis reumatoide, lupus, esclerodermia, síndrome de fatiga crónica o alergias (17-20).
-Factores de crecimiento (GFs): factor de crecimiento epidérmico (EGF), factor de crecimiento insulínico 1 y 2 (IGF 1 e IGF 2), factor de crecimiento de fibroblastos (FCF), factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGF), factores de crecimiento transformador alfa y beta (TGF-α y TGF-β ) y hormona del crecimiento (GH) (21-23).
-Leucocitos: estimulan la producción de interferón, que ralentiza la reproducción viral y su penetración en las paredes celulares (24-25).
-Enzimas: lactoperoxidasa-tiocianato, peroxidasa y xantina oxidasa, que oxidan las bacterias a través de su capacidad para liberar peróxido de hidrógeno (17,26-28).
-Lisozima: es una enzima hidrolizante y estimulante del sistema inmunitario capaz de destruir bacterias y virus en contacto (6,29,30).
-Citocinas/interleucinas: las interleucinas que regulan la duración e intensidad de la respuesta inmune son responsables de la comunicación célula a célula, estimulan la actividad de las células T y la producción de inmunoglobulinas. Las interleucinas tienen fuertes propiedades antiinflamatorias, especialmente en las articulaciones artríticas (6,31-35).
-Inhibidores de tripsina e inhibidores de proteasa: evitan que los factores inmunes y de crecimiento del calostro se descomponga en el tracto gastrointestinal. También previenen de Helicobacter pylori, una bacteria una de las principales responsables de las úlceras pépticas, que representan el 80% de las úlceras estomacales y el 90% de las úlceras duodenales. Estos inhibidores evitan que las bacterias se adhieran a las paredes del estómago y pueden tener un papel beneficioso en el tratamiento de las úlceras pépticas (36-38).
-Linfoquinas: péptidos similares a hormonas producidos por linfocitos activados que median en la respuesta del sistema de inmune (12,39).
-Oligosacáridos, polisacáridos and glicoconjugados: atraen y se unen a patógenos (Streptococcus., E. coli, Salmonella, Cryptosporidium, Giardia, Entamoeba, Shigella, toxinas A y B de Clostridium difficile y cólera), evitando que se adhieran o entren en las membranas mucosas (40-45).
-Ácido orótico: detiene la formación de nucleótidos de pirimidina y previene la anemia hemolítica, la destrucción de los glóbulos rojos. Esto ocurre debido a que los anticuerpos se adhieren a las células, causando una reacción en el cuerpo y la muerte de las mismas (12,17).
-Otros factores inmunes: algunos de los factores inmunes documentados presentes incluyen IgA secretora, β lactoglobulina, lactalbúmina, albúmina, transtiretina (prealbúmina), alfa-1 antitripsina, alfa-fetoproteína, alfa-2 macroglobulina, alfa-2 glicoproteína AP, C3, C4 y orosomucoides (46,47).
-Vitaminas A, B12 y E: estas vitaminas naturales se encuentran en el calostro junto con trazas del espectro completo de vitaminas necesarias para una función inmune fuerte y una buena salud general (12,48,49).
PROBIÓTICOS: además aporta una mezcla de 11 cepas de probióticos con más de 1.200 millones de UFC (2 cepas de Lactobacillus rhamnosus, L. acidophilus, L. helveticus, L. plantarum, L. casei, Bifidobacterium longum ssp. infantis, B. breve, B. longum ssp. longum, Streptococcus salivarius ssp. thermophilus y L. delbrueckii ssp. bulgaricus). Está formulado para garantizar un equilibrio de la microflora del tracto gastrointestinal que a su vez ayuda al cuerpo a aprovechar más los beneficios del calostro, dando como resultado un sistema inmunológico más fuerte y saludable (50,51).
