Descripción
Hoja de Olivo (Olea europaea) es un extracto estandarizado con 20% de Oleuropeína.
Estudios diversos demuestran que gracias a su principio activo principal, la oleuropeína, la Hoja de Olivo presenta un potente efecto inhibitorio del crecimiento de numerosos microorganismos patógenos y, por consiguiente, es fundamental para paliar los efectos negativos de los mismos sobre nuestro organismo, especialmente sobre el hígado y el intestino. Así mismo tiene numerosos beneficios sobre el sistema cardiovascular.
HOJA DE OLIVO: las hojas de olivo se utilizan en tratamientos contra bacterias como el Staphylococcus. También es importante su efecto fungicida actuando especialmente contra el hongo Candida albicans. De su efecto inhibidor de ciertas enzimas víricas como la trascriptasa inversa, se desprende su importante función antiviral, concretamente contra los virus Herpes simplex, Herpes zoster y de la gripe. Así mismo, resulta un eficaz agente preventivo contra el parásito de la malaria lo que le convierte en un buen antiparasitario (1,2).
El efecto antioxidante de la oleuropeína y de los flavonoides se encargan a la vez de la protección de las células inmunitarias frente al estrés oxidante y son de gran ayuda para prevenir y contrarrestar los daños causados por los radicales libres (3).
Teniendo además en cuenta sus propiedades antiinflamatorias y dado que los flavonoides promueven la eliminación del ácido úrico, este producto resulta especialmente recomendable para casos de artritis reumática, gota e inflamaciones de la vejiga (4,5).
Tiene efectos beneficiosos sobre el sistema cardiovascular mejorando la función vascular (6); en pacientes con hipertensión leve en fase 1 tiene efectos similares reduciendo la tensión en comparación con el tratamiento farmacológico (captocapril) (7); cierta prevención frente a enfermedades coronarias: mejora de las arritmias, infartos de miocardio (8); mejor metabolización de las grasas que conlleva en la mayor parte de los casos a una disminución del nivel de colesterol LDL (9); así como un posible efecto estabilizador sobre el nivel de azúcar en la sangre relevante para los diabéticos del tipo I (dependientes de la insulina) (10,11).
